LA SEGURIDAD DEL ALMA EN EL PLAN DE SALVACIÓN

    

LA SEGURIDAD DEL ALMA EN EL PLAN DE SALVACIÓN

Por Steven M. Sarmiento

 La palabra plan, tiene que ver con algo que ha sido elaborado previamente antes de llegar a ejecutarlo, tiene un inicio y un propósito en específico. La salvación es un tema muy amplio que fue planeado por Dios donde todos los hombres que pueden entenderlo sean partícipes de él. Dios se encargó a su debido tiempo darlo a conocer con la finalidad de su fácil acceso por medio de la predicación (Tito 1:2-3; 1 Corintios 1:21), demostrando el gran amor por medio del sacrificio de Jesucristo para el hombre, a pesar de la condición adversa a él (Romanos 5:8-9).

    El estudio de la salvación es un tema muy amplio e importante que toda persona lo conozca como tal, por el hecho de que solo existe un solo plan de salvación. La palabra salvación que en griego conocemos como σωτηρία tiene varias definiciones que por ejemplo una de ellas es la siguiente: Thayer (1896) "Liberación, preservación, seguridad, es decir la seguridad del alma" (p.612). El hombre debe preguntarse ¿Se encuentra mi alma segura? Si no ha encontrado respuesta aún, la Biblia tiene esa respuesta y espero en este artículo compartir información que sea para el beneficio de todo aquel que quiera mantener su alma segura.

    El hombre está en necesidad de obtener la salvación, cuando el hombre ha cometido pecado, ha sido separado de Dios (Romanos 5:12) y la única manera de poder liberar su alma del pecado y ser preservado es por el sacrificio que Jesús realizó (Romanos 3:24-26),  y obedecer el evangelio (Romanos 1:16). Dios en su gran amor y misericordia ha dado remedio para poder reconciliarnos con él. Para ello todos los seres humanos deben considerar que la base está en reconocer la autoridad de la Biblia, porque el plan de salvación es parte de la palabra de Dios y él se ha interesado en dar a conocer la información necesaria para estar a salvo de aquello que nos separa de él y poner nuestra alma segura.

    Es necesario saber que existen muchas enseñanzas que no son el plan de salvación, que se dicen ser el plan de salvación, pero lo que determina si es o no el plan de salvación, es el apego a la palabra de Dios. Por lo tanto, preste atención a los detalles que ha escuchado y pueda observar en la Biblia la realidad de lo que es el plan de Salvación.  

¿Cuál es la clave para entender la salvación? 

El Origen del Plan de Salvación:

    Es divino: La misma Biblia presenta que la salvación es de Dios (Hechos 28:28). El hombre por sí mismo no puede crear un plan agradable ante los ojos de Dios que le permita el acceso a la vida eterna. Dios se ha preocupado por el hombre, ha amado la humanidad a tal grado que su deseo es que todos sean salvos (2 Pedro 3:9) pero el hombre debe tomar la decisión de obedecer. 

   Es único: El libro de los Hechos presenta muchos eventos en cuanto a las conversiones y el crecimiento de la iglesia, siendo el evangelio predicado en diferentes territorios. Un texto inolvidable es el que encontramos en (Hechos 4:12). Solamente bajo la autoridad de Jesús, bajo su nombre encontramos salvación. Podemos analizar varios textos de cómo Jesús comisiona a sus discípulos y les dice que deben hacer donde se habla de lo mismo (Mateo 28:18-20; Marcos 16:15-16). No encontramos en la Biblia diferentes planes de Salvación, o diferentes enseñanzas sobre un mismo tema y que todos sean aceptadas, por lo contrario es un solo sistema, donde hay unidad y es algo que todos los cristianos tenemos en común, hay que cuidarlo, enseñarlo, defenderlo y retenerlo (Judas 3; Gálatas 1:6-9). 

    Es poderoso: cuando leemos la palabra de Dios con un buen razonamiento se observa que la capacidad de lo que en ella hay es viva y eficaz (Hebreos 4:12). El evangelio es el poder de Dios para salvar a todo hombre que obedece (Romanos 1:16). El sacrificio de Jesús, uno solo para todos y por todos. El evangelio; La muerte, sepultura y resurrección de Cristo (1 Corintios 15:1-5) No es cualquier cosa, es el único sacrificio que tiene la capacidad de erradicar el pecado para tener comunión con Dios. Sin el sacrificio de Jesús esto no podría ser posible.

    Es un mandamiento: Dios es bueno, es inteligente, santo y justo. Si el hombre ha pecado, no será así porque así, y va a acercarse a Dios nada más. Jesús pagó el precio más alto, pero el hombre debe reconocer tan grandioso sacrificio y sujetarse a sus leyes y condiciones para que el sacrificio de Jesús haga efecto en él y su alma esté en una condición segura. La Biblia da textos que nos deja claro que Dios desea que el hombre obedezca (Juan 3:5, 15-16, 36; 5:24; 6:40; Marcos 16:16). 

El Orden del Plan de Salvación:

    Orden en armonía: Cada vez que leemos diferentes textos de la Biblia y analizamos cómo obedecen el evangelio, las personas en el siglo primero compartían lo mismo, ellos debían de escuchar la palabra de Dios por supuesto, a la hora de entenderla, creían en ella. Podían darse cuenta de la verdad, de quién es Jesucristo, de su sacrificio de los mandamientos que les dejó, ellos creían que Jesús es el Hijo de Dios, ellos confesaban delante de todos los hombres al sujetarse a sus leyes, estando bajo sus órdenes, pero debían arrepentirse de todos los pecados que habían realizado, hacer un cambio de mente, pero eso no lo es todo por que la Biblia nos enseña que también deben bautizarse para que sus pecados fuesen perdonados bajo la autoridad de Cristo, en el Nombre del Padre y del Hijo y Del Espíritu Santo.

    Orden lógico: Es importante recalcar que todo esto tiene una secuencia que se puede entender fácilmente. Las personas no van a creer si no escuchan, no saben el evangelio, no tendrán la información. Pero al tener el conocimiento de la información de lo que es la palabra de Dios van a tener fe, la fe viene por el oír (Romanos 10:17; Hechos 2:37; 18:8). Cuando una persona escucha atentamente, digiere la información estando convencido y creerá que Jesús es el Hijo de Dios y lo que hizo en la cruz ( Hechos 4:4; 8:12; 9:42; 13:48; 17:34). Esto es un evento público donde se da a conocer que le obedecemos, le confesamos delante de todos, nos sujetamos a él (Mateo 10:32; Hechos 2:21; 22:16). 

    Para esto debe haber arrepentimiento genuino por parte de todos para poder ser bautizados (Hechos 2:38; 3:19; 10:43; 13:38; 26:18; 17:30). El bautismo es una orden también y sin el bautismo no son lavados los pecados. Por que la orden de Dios es que la persona debe ser bautizada, sumergido en agua para el perdón de pecados, antes del bautismo no son perdonados los pecados (Hechos 2:38; Romanos 6:3-4; Colosenses 2:12; 1 Pedro 3:21). Es de esta manera que las personas Dios las añade a la iglesia y están en una condición de salvos (Hechos 2:41, 47). Cuando la persona es bautizada, la sangre de Cristo que fue derramada en la cruz limpia sus pecados (Mateo 26:28). 

    Toda persona que puede leer la Biblia, debe considerar que no va encontrar un error, o un texto que contradiga a otro texto cuando se hable del mismo tema, todo lo contrario, se van a complementar. Por esta razón es que podemos concluir que toda persona que desea ser salvo, debe ir a las páginas de la Biblia, oír el evangelio, creer en el evangelio, confesar a Cristo, arrepentirse de sus pecados y ser bautizado para poder gozar de la seguridad se la salvación de su alma. Después de esto por supuesto que debe perseverar hasta el final sumiso a los mandamientos de Cristo, en su palabra, pero después de haber obedecido al plan de salvación, ser santo, adorarle, servirle y guardarse sin mancha para estar por la eternidad con Dios. 

El Recipiente del Plan de Salvación

    El ser humano es el único receptor del plan de salvación, pero solamente puede ser partícipe de este plan aquella persona que cuenta con diferentes características que la Biblia deja claro y son las siguientes: 

    Pecadores: Cuando vamos a la Biblia, y vamos a todos los libros del Antiguo y Nuevo Testamento, a todos las personas que se les ha dicho que se arrepientan es por la razón de haber cometido algún pecado por supuesto. Esto excluye a bebés, niños o personas que nacen y que no pueden discernir entre lo bueno y lo malo, no pueden tener malos deseos, no ha llegado esa información a su mente, no pueden decidir, no pueden mentir, robar, fornicar, asesinar, etc, porque su desarrollo aún no lo permite, por lo tanto ellos no son pecadores, por que no han cometido pecado (Génesis 8:21; Santiago 1:14).

    Responsables por sus errores: Desde el Antiguo Testamento podemos observar como en el pueblo de Israel, se mostraba falta de seriedad en cuanto a la responsabilidad de su culpa, creyendo que podían  culpar a otros como a los padres, pero los hijos no cargan los pecados de los padres ni los padres cargan con los pecados de los hijos. Dios da el pago a cada uno conforme a sus obras (Ezequiel 18:18-19). 

    La salvación del hombre es algo que a Dios le ha importado mucho, pero la pregunta que toda persona debe hacerse es ¿Cuánto me importa a mí la salvación de mi alma?  Dios es muy paciente y da muchas oportunidades para obedecer y estar a salvo. No se detenga, busque pronto la salvación que Dios muestra en su palabra y considere lo siguiente:

  1. Cualquier origen de un plan de Salvación fuera de la Biblia, no es correcto.

  2. Cualquier orden del plan de Salvación que no sea el de la Biblia, no es correcto.

  3. Cualquier recipiente que no sea como lo dice la Biblia, no es correcto.

    Pero todo el que puede leer este documento y sabe que ha pecado y no ha obedecido, puede obedecer el plan de Salvación el día de hoy.

¡Asegure su alma!


Referencias

Thayer, J. Henry. (1896). léxico griego-ingles del NT. NY. HyB. 


Correo: stevenmsidc@gmail.com

Celular: + (506) 7236-5524.








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