PECADO NO DE MUERTE Y PECADO DE MUERTE



Solía escuchar a varios hermanos pedir que se realizará una oración por otros hermanos que se habían apartado de la verdad hace algunos años. Eran hermanos que se apartaron de la verdad por temas doctrinales, se apartaron de la verdad por aferrarse a prácticas pecaminosas, donde algunos de ellos se han apartado por voluntad propia o porque se les ha hecho un proceso de disciplina y han sido expulsados de la comunión. Entonces los hermanos, llenos de amor y mostrando su sentimentalismo, hacían esta petición. Es por esto por lo que hago este documento, puesto que se debe tener un cuidado con los sentimientos y la razón, y por encima de esto, está la palabra de Dios. Todo este tema me llevó a mí a las siguientes preguntas:

1. ¿Se debe orar por un hermano que se encuentra en pecado?

2. ¿Se debe orar por un hermano para que él se arrepienta?

3. ¿Mi oración puede hacer algo para que el hermano se arrepienta?

4. ¿Violará Dios el libre albedrío para que el hermano se arrepienta?

5. ¿Perdonará Dios a un hermano de su pecado sin que se arrepienta?

6. ¿Enseña la Biblia que hay que orar para que un hermano se arrepienta?

7. ¿Qué es lo que la Biblia enseña que debo hacer por el hermano que está en pecado?

Sin duda alguna todas las respuestas con base a este tema se encuentran en la palabra de Dios, ya que la oración es un tema doctrinal. Uno de los textos que vamos a analizar y que es uno de los textos que vamos a encontrar la respuesta necesaria es el siguiente:

 

 Si alguno viere cometer a su hermano pecado no de muerte, demandará, y se le dará vida; digo a los que pecan no de muerte. Hay pecado de muerte, por el cual yo no digo que ruegue." (1 Juan 5: 16/ RV1960). 




En este texto y alrededor de él existen palabras que son clave, he importantes para entender de lo que él escritor está hablando y quién es el escritor. A continuación, voy a compartir algunos puntos esenciales para entender de la mejor forma la epístola que son los siguientes:

EL ESCRITOR DE LA EPÍSTOLA

            El apóstol Juan es quien escribe esta epístola o a quien se le atribuye por su manera de escribir tan única, su estilo, y el contenido que nos presenta al menos treinta y cinco pasajes similares en el evangelio según Juan, y también Apocalipsis en esta epístola (Juan 1:1; 1:14; 1 Juan 1:1; 5:7 y Apocalipsis 19:13).  Si bien es cierto el apóstol Juan era un hombre de años que, para esta época, donde escribe para refutar las herejías que se estaban dando en aquella fecha en Éfeso, alrededor de los años 90 d.C, probablemente. El apóstol Juan entendía bien el desarrollo de la iglesia y los problemas que estaban rondando, que serían conflictivos, pero el dato de ser apóstol nos da la información de que era alguien que estuvo con Jesús desde el bautismo de Juan hasta su atención, anduvo entre ellos, fue testigo de su resurrección y fue escogido por Jesús para ser apóstol, por lo tanto, tenía todo el conocimiento para dar testimonio (Hechos 1:21-22).

            En el primer capítulo en los primeros tres versículos encontramos la información que Juan comparte, mostrando loa atributos divinos, o la divinidad, como el Verbo de vida, el Hijo de Dios. Nos muestra que tenía el conocimiento para poder hablar de él. Juan lo había visto, lo había escuchado, lo había palpado, dando la información necesaria para hablar de su encarnación. También debemos saber que era un hombre inspirado por el Espíritu Santo. Por lo tanto, todo esto que podemos ver en Juan son detalles de la autoridad y gran peso que tiene esta epístola con la información que nos comparte.

PROBLEMAS QUE ENFRENTA

Si bien es cierto uno de los temas que esta epístola lidia es con el gnosticismo y con ramas filosóficas que se desprenden de ella, donde estaban tomando fuerza y han querido causar problemas en la iglesia. Es por esta razón que vemos en la misma epístola palabras como: el verbo, o palabra, razón, conocer, conocemos, sabemos. Palabras fuertes para el oído de ellos. El gnosticismo niega la encarnación y el docetismo es otra herejía que niega la realidad carnal del cuerpo de Cristo, dando a entender que solamente era una apariencia. Sin querer ahondar en estas filosofías que contradicen la palabra de Dios, por ende, huecas, que si es un buen tema para profundizar. El apóstol Juan era una de las personas más indicadas para poder refutar todas estas tendencias filosóficas, por lo que vió, por lo que escuchó, por lo que palpó, por consiguiente, su testimonio tiene mucho peso. 

El apóstol Juan fue testigo de la muerte, sepultura y resurrección de Cristo y era un apóstol inspirado por el Espíritu Santo. Recordemos que Juan cuando habla de la vida de Jesús, escribe mostrando el propósito de las señales de él en frente de sus discípulos para que crean que Jesús es el Hijo de Dios, y tener vida eterna (Juan 20:30-31). Las señales que Jesús hizo, las que están escritas son suficientes para creer en su divinidad, comparto estas palabras porque también este libro del evangelio según Juan refuta las tendencias filosóficas como el gnosticismo, docetismo. Etc.

La carne era un tema que a estas personas, los gnósticos les causaba un gran problema para comprender, reconocer y confesar que Jesucristo había venido en carne, pero Juan era inspirado por Dios y muchos tenían el conocimiento de ello. Juan les escribe a los hermanos diciéndoles que ellos pueden saber quiénes son los que a través del Espíritu Santo podían entender si hablaban palabra de Dios, eran los que confesaban que Jesucristo había venido en la carne, eran de Dios. Y los que no, no andaban en la verdad (1 Juan 4:1-2). Ellos tenían lo necesario para permanecer en la verdad y no dejarse llevar por los engañadores con estas falsas doctrinas que estaban asediando. 

El gnosticismo estaba afectando grandemente a los cristianos del siglo primero, por lo tanto, Juan escribió para persuadirlos a que se mantuvieran firmes en la verdad. Inclusive muchos de los hermanos se habían apartado de la verdad y al seguir estas filosofías andaban en contra de Cristo (1 Juan 2:18-19).

El apóstol Juan les explica por medio de una analogía “la Unción del Santo” un ungüento que se utiliza para ser puesta en la cabeza de las personas. La ilustración de enseñanza por Juan les está dando entender lo que se realiza en la mente de los cristianos, ellos tenían la verdad y la tenían presente en sus mentes (1 Juan 2:20-27). 

Ellos tenían el conocimiento verdadero, contrario a los gnósticos. Ellos no tenían necesidad de que se les enseñe recordando puesto que ellos tenían la verdad en sus mentes, no eran ignorantes, considerando que en el siglo primero las personas eran dotadas milagrosamente por la imposición de manos de los apóstoles (Hechos 8:14-24). El lenguaje utilizado por Juan debe ser considerado a quienes se les escribe, por lo que ninguno de nosotros podría decir el día de hoy que de la misma manera opera el Espíritu Santo, por la razón de que en el día de hoy el Espíritu Santo trabaja en todos los cristianos única y específicamente por medio de la obra milagrosa que ha realzado que es la palabra de verdad, la Biblia. 

EL PROPÓSITO DE LA EPÍSTOLA

            Juan escribe para que los hermanos que creen en el nombre del Hijo de Dios, para que ellos tengan el conocimiento apropiado de tener la vida eterna (1 Juan 5:13).  Juan desea sentirse gozoso de que ellos comprendan lo que está escribiendo, de lo que él sabe, de su testimonio y que ellos también lo sepan y puedan seguir en la comunión (Juan 1:4-5). Para el apóstol Juan era necesario que ellos se mantuvieran en la verdad (1 Juan 1:6-2:21), que ellos permanecieran en el amor de Dios, que lo practican, que no se alejaran (1 Juan 4:7-21), que no lo negaran y que no cayeran en el error siguiendo falsas doctrinas. 

            Aquí es donde sucede algo muy fuerte, y es el problema de desviarse de la verdad, negar al Hijo de Dios después de haber obedecido el evangelio, después de tener el conocimiento, es un gran problema, porque esto es pecado y el pecado hace que nos separemos de Dios, por lo tanto, no tenemos comunión con Dios.

EL CONTEXTO ESPECÍFICO DEL PASAJE

      Es aquí donde podemos comprender un poco mejor, el contexto de la epístola, teniendo información de ello, entendemos el problema y los pecados que habla la epístola. Es aquí donde vamos a definir algunas de las palabras que este versículo nos da.

“εαν τις ιδη τον αδελφον αυτου αμαρτανοντα αμαρτιαν μη προς θανατον αιτησει και δωσει αυτω ζωην τοις αμαρτανουσιν μη προς θανατον εστιν αμαρτια προς θανατον ου περι εκεινης λεγω ινα ερωτηση” (1 Juan 5:16/ e-Sword/ TR / WH). El artículo indefinido “un” no viene en el griego.

Vamos a ver algunas definiciones a considerar para comprender mejor el texto que son las siguientes:

1. El libre albedrío: Es la capacidad, de hacer juicio, discernir, opinar, decidir y actuar según nuestro propio gusto y juicio. Recuerde que Dios no nos hizo robots. Entendiendo lo primero, que la oración es fundamental si nosotros tenemos confianza le pedimos a él, pero lo que le pedimos debe ir en total armonía a su voluntad y de acuerdo con su palabra, sabemos acerca de su voluntad, lo que le podemos pedir y lo que él no quiere que se le pida (1 Juan 5:14). Es hermoso encontrar comentarios acerca de la voluntad de Dios, donde comparto lo mismo en cuanto al libre albedrío, que es el siguiente:

La oración de un ser humano nunca puede cancelar el libre albedrío de otro. Si la voluntad de Dios no prevalece sobre la voluntad del hombre, tampoco puede hacerlo la oración de un prójimo. Cuando una voluntad humana se ha opuesto con firmeza y persistencia a la voluntad divina, nuestra intercesión será inútil”.  El pulpito.

2. Si: εαν se define como un si condicional, o si esto pasara. Strong. Es como mostrando una hipótesis, porque no está pasando, pero si pasa ya saben lo que deben hacer. 23 veces utilizado en la epístola.

3. Ve: ιδη es ver correctamente saber: ser consciente, contemplar, considerar, saber, percibir, ver, estar seguro, decir, entender. Aquí esta palabra es utilizada para dar a entender si cualquier persona, x hermano se da cuenta y está seguro de que el hermano cometió pecado. Que más adelante explicaremos.

4. Muerte: θανατον: es separación, en el sentido humano, la separación del alma y el espíritu con el cuerpo, en el sentido espiritual, es la separación que el hombre tiene con Dios, donde a futuro si no se vive conforme a la voluntad de Dios puede ser una separación por la eternidad.

5. Vida: ζωην: es el estado de vitalidad de una persona, en sentido espiritual cuando tenemos relación con Dios, cuando andamos en luz, cuando andamos en la verdad, cuando guardamos sus mandamientos, cuando tenemos comunión con Dios, donde a futuro si se persevera conforme a la voluntad de Dios, conforme a la verdad, la vida eterna.

6. Demandará: αιτησει se define como pedir, suplicar, pedir, anhelar, desear, exigir. Thayer. Es la misma palabra utilizada en el versículo 14 donde dice: que, si demandáremos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Palabra que es utilizada para pedir a Dios, anhelar, suplicar a Dios conforme a su voluntad y él le dará vida, esto es a aquel hermano que no ha cometido pecado que no lo lleva a la muerte, cosa que vamos a explicar más adelante.

7. El pecado: αμαρτια es Perder la marca, errar al blanco, estar equivocado, desviarse del camino de la rectitud y honor, desviarse de la ley de Dios, violar la ley de Dios. Thayer, (1 Juan 3:4) dice que el pecado es infracción de la ley. Dios no tolera el pecado, él es santo y nosotros debemos andar en santidad.

PECADO NO DE MUERTE

 Viendo estas definiciones hago las siguientes preguntas al pasaje y voy a la misma epístola para encontrar respuesta. ¿Cómo Dios le dará vida a alguien que ha pecado? ¿Cómo Juan dice que hay que pedir por un hermano que ha pecado, pero que este pecado no lo separa de Dios? ¿Cómo es que Dios le dará vida, si el texto dice que el pecado que cometió no lo lleva a la muerte? ¿Cuándo Dios va a llevar a la vida al hermano que ha cometido un pecado no de muerte? (1 Juan 1:9) dice lo siguiente: “si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.”

            Vemos un condicional si repetimos lo mismo, osea el pecado que cometimos (confesamos), su palabra es firme, justa, él es fiel. Por lo tanto, él nos va a perdonar. Pero si no se lo decimos, y si un hermano nos ve (pecado público) y tampoco lo decimos, no nos arrepentimos ¿Dios nos va a perdonar? ¿Dios nos dará vida por más que rueguen y supliquen por mí? ¿Dios va a violar el libre albedrio?  NO. 

Dios únicamente va a perdonar al cristiano, que cometiendo pecado lo reconoce, lo ha confesado y se ha arrepentido. Es por esta razón que el pecado no lo va a llevar a la muerte, porque se ha arrepentido, ya no lo está haciendo, no lo está practicando. El pecado siempre es algo planeado, siempre es algo que inicia con base a las concupiscencias de las personas (1 Santiago 1:14-15), sin embargo, existe la diferencia de cometer una falta y de envolverse en las faltas, en otras palabras, pecar adrede. Esto debe ser de mucho cuidado. Por los hermanos que se deben pedir, es por aquellos que han practicado pecado, pero tienen completamente la intención de alejarse de él y no practicarlo más, se han arrepentido.

PECADO DE MUERTE

Es un tema fuerte pero que debe ser necesario razonar, tener mucha paciencia para entenderlo. También podemos hacer muchas preguntas con base al pecado de muerte, como, por ejemplo: ¿Cuál es el pecado de muerte? ¿Todos los pecados me separan de Dios? ¿Cuál es la diferencia de pecado no de muerte y pecado de muerte? ¿Por qué el pecado de muerte no se tiene que pedir a Dios? ¿Cuándo Dios va a llevar a la vida al hermano que ha cometido un pecado de muerte? 

El pecado de muerte es aquel que lo lleva hacia la muerte, y es porque no se ha arrepentirse, No se debe orar puesto que la persona que sabe lo que está haciendo, lo hace adrede, ha desechado la verdad, no tiene ninguna intención de arrepentimiento. En otras palabras, es cuando se ha rechazado la verdad después de tener conocimiento de ello, y se persiste en el error sin arrepentirse. Es de muerte porque no se arrepiente.

UN MANDAMIENTO ESPECÍFICO

No digo que se deba pedir por ese: ου περι εκεινης λεγω ινα ερωτηση, aquí vemos un aoristo la palabra: rogar o pedir, “ερωτηση” precedida por un adverbio negativo “ου” que, en un lenguaje más claro sería: el hermano que no se arrepiente no hay que pedir nunca. Porque Dios no puede hacer nada aquí, no lo va a perdonar, no puede violar el libre albedrío de una persona que por voluntad propia decidió rechazar la verdad y vivir en el error. Deseo dejar claro que aquí de forma directa no se tiene que orar nunca por el pecado de muerte, pero también quiero dejar en claro que el pasaje no especifica cual es el pecado que la persona comete, pero sí sé que lo lleva a la muerte estar pecando al no arrepentirse y esto es a cualquier persona.

Es muy claro que, hay pecados que no se deben pedir a Dios, cuando un cristiano decide por completo no hacer la voluntad de Dios, son aquellas personas que están alejados de Dios por completo, Entendiendo que, por causa del pecado, aquello persona cristiana que vive en el pecado sin arrepentirse lo lleva a estar separado de Dios. La persona cuando entra en esta condición tiende a endurecer su corazón y no tiene el deseo de arrepentirse por lo que está haciendo. Es aquella persona que conoce la palabra de verdad, es aquella persona que conoce el evangelio.

Cuando una persona conoce el evangelio y toma por decisión propia alejarse y estar pecando adrede contra la verdad y está tomando la sangre de Cristo como si fuese cualquier cosa. Son personas que no permanecen en el amor, no permanecen en su palabra, practican la injusticia, se dejan llevar por las enseñanzas de este mundo, niegan el poder de Cristo, niegan el evangelio, niegan que Jesús vino en la carne, y se apartan de la verdad (véase el contexto).

DIFERENCIA DEL PECADO NO DE MUERTE Y PECADO DE MUERTE

1. El pecado no de muerte: es cuando el hermano se ha arrepentido, que es por el que hay que orar, Es por el que se debe pedir, por su perdón por que se ha arrepentido, por lo tanto, no lo lleva a la muerte, Dios lo perdonará y se le dará vida. El uso correcto es que no lo lleva hacia la muerte.

2. El pecado de muerte: es cuando el hermano no se ha arrepentido, que es por el que no hay que orar nunca, por el que no se debe pedir nunca, porque no está arrepentido, y si no está arrepentido, Dios no lo va a perdonar, por lo tanto, lo lleva a la muerte. El uso correcto es que lo lleva hacia la muerte.

LO QUE DEBEMOS HACER POR UN HERMANO QUE SE EXTRAVÍA DE LA VERDAD

Hermanos míos, si alguien de entre ustedes se extravía de la verdad y alguien le hace volver, sepa que el que hace volver a un pecador del error de su camino salvará su alma de muerte, y cubrirá multitud de pecados.” (Santiago 5:19-20 LBLA/ énfasis añadido).

       Si bien es cierto, la carta de Santiago contiene mucha sabiduría para que todo cristiano sepa cómo vivir, cómo ser un cristiano práctico. En este pasaje nos da una información muy valiosa que inclusive muchas veces se deja a un lado. El cristiano muchas veces se enfoca en ver quien está en el error para señalar, quién está en pecado para que se le haga un proceso de disciplina, para que lo expulsen de la comunión, y muchas veces se pierde el norte, del propósito de la disciplina y se deja a un lado la restauración.

Nosotros como cristianos debemos preocuparnos por los hermanos que se han apartado, no digo que no se deba tener sentimientos hacia ellos, pero la Biblia no dice orar, dice hacerlos volver del error de su camino y salvar su alma de muerte.

Muchas veces nos preocupamos por predicar y dar estudios, y lo hacemos con todo el amor, con el fin de que aquella persona que no es cristiana obedezca el evangelio, que lo escuche, que crea, que confiese que Jesus es el Hijo de Dios, que se arrepienta y sea bautizado para el perdón de sus pecados, pero cuando se habla de ir a buscar a los hermanos extraviados, para que se arrepientan y que su alma sea salva de la muerte, muchas veces la respuesta es negativa, se nos olvidan muchas cosas, no mostramos el interés por hacer que estos hermanos extraviados razonen y tomen la decisión de volver a la verdad. No se nos puede olvidar que son almas, es necesario hacerlo para que ellos vuelvan a tener comunión y puedan alcanzar la vida eterna.

            La epístola del apóstol Juan tiene un contenido muy fuerte en palabras simples, sin embargo, bajo su mismo contexto se puede entender lo que el escritor quiere decirles en primera instancia a quienes dirige la carta, en segunda instancia a nosotros cuando leemos la carta el día de hoy. Sabiendo lo que debemos aplicar. Podemos aprender mucho más cada vez que la estudiamos, así como podemos aprender bastante de la epístola que escribe Santiago y no olvidar lo que podemos hacer y que está a nuestro alcance y sobre todo que es la voluntad de Dios que nosotros hagamos.

REFERENCIAS

 Thayer, J. Henry. (1889). léxico griego-ingles del NT. NY. H&B. 

Strong, J. (2002). Nueva concordancia  Strong exhaustiva: Diccionario. Nashville, TN: Caribe.

Spence, H. D. M.  D.D., Joseph S. Exell, M.A, (1880-1897). El comentario del púlpito, Dominio público.

Meyers, Rick  (2000-2019). e-Sword, Franklin, TN 37065, Estados Unidos de América.

Woods, Guy. (1964). Nuevo testamento epístolas de Pedro, Juan y Judas, 3584 Galloway Avenue Memphis, Tennessee. 

 

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