¿Cuánto cuesta seguir a Cristo?

 

¿Cuánto cuesta seguir a Cristo?

Steven M. Sarmiento

La vida del hombre aquí en la tierra tiene su fin, de eso no hay duda alguna, y en su vida aquí en la tierra existen muchos logros que para obtenerlos requieren un esfuerzo o un costo muy grande. Como por ejemplo: Propiedades, negocios, carreras universitarias y etc. Cuando hablamos de estos temas, el hombre ha estado dispuesto en muchas ocasiones a realizar esfuerzos extra, a limitarse en ciertas cosas para lograr obtener aquello que se ha puesto por meta y eso es bueno, no lo dudo.

Cuando hablamos del tema de este documento, si Jesús dijera: Sígueme… ¿Qué estaríamos dispuestos a hacer? ¿Qué estaríamos dispuestos a dejar con tal de seguir a Cristo? ¿Qué tanto soportaremos por seguir a Cristo? Es aquí donde podemos leer un pasaje de la Biblia y aprender juntos del gran costo de seguir a Cristo, que es el siguiente:

 

Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, este la salvará. Pues ¿qué aprovecha al hombre, si gana todo el mundo, y se destruye o se pierde a sí mismo? Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras, de este se avergonzará el Hijo del Hombre cuando venga en su gloria, y en la del Padre, y de los santos ángeles.” (Lucas 9:23-26/ RV1960).

En este texto junto con lo enseñado en (Marcos 8:32-38; Mateo 16:21-28). Nos da detalles que requieren mucha determinación, comprensión y toma de decisiones que darán como resultado lo que usted y yo queremos para nuestra vida, ¿Cuál vida Steven? Estoy hablando de aquello que va a ser de beneficio y estoy seguro de que es en esta vida, pero también por la eternidad.

Es interesante observar el contexto, por ejemplo: en Lucas 9:22, Jesús les hace saber a ellos que padecería en varias maneras. Lo interesante también es lo que suma a este evento nombrado en Marcos 8:32-33, Pedro lo llama a parte, según él para mostrarle algo más conveniente y Jesús le hace ver que no estaba poniendo sus ojos en lo que verdaderamente importa.

Antes de examinar tres puntos específicos, mi deseo es concientizar que muchas veces ponemos nuestros ojos, nuestro ser, el tiempo en que vivimos en aquello que no es bueno y tampoco duradero. Muchas personas tienen la intención de seguir a Cristo, pero no están dispuestos a dejar prácticas, lugares y demás… Póngale nombre de lo que puede ser y veamos ahora con los siguientes puntos:

 

Determinación:

La determinación viene a ser como la decisión que alguien toma de una forma muy firme. En el versículo 23, se presenta una decisión muy grande, sólida, que es la autonegación, tiene que ver con el desapego, llevar la contraria a uno mismo. Esto quiere decir que no se trata de pensar, vivir y hacer lo que yo quiero. El egocentrismo no tiene lugar aquí, porque lo que Dios quiere es que nuestro centro de vida sea Jesús.

Aquí hay un dilema a considerar: o hago lo que yo quiero o lo que Jesús quiere que yo haga, pero no podemos escoger los dos al mismo tiempo. Muchas veces cometemos el error de calzar la Biblia, o a Jesús a conveniencia, o tomo partes de ella que me resultan más fáciles y no es así. En estos días he aprendido que es todo o es nada. Por eso, la determinación debe ser muy clara y con honestidad.

La determinación aquí no solamente es la rendición y poner a Jesús como nuestro centro de vida, también conlleva estar dispuestos a llevar nuestra cruz cada día. ¿Cómo? ¿Cuál cruz? Voy a explicar algunos detalles de una cruz por un momento. En aquel tiempo una cruz era utilizada como pena de muerte. La persona que era puesta en una cruz era deshonrada, recibía desprecios, burlas, todo sufrimiento hasta llegar a la muerte. Jesús lo dio todo por nosotros.

La pregunta aquí sería ¿Estamos dispuestos a darlo todo por Jesús? ¿Será que es mucha carga padecer hasta la muerte por Jesús? Estoy convencido que todos tenemos diferentes luchas, quizás unos más que otros. Pero hoy en día no hemos pasado ni la mitad de lo que tuvieron que soportar y sufrir los hombres de Dios por sostener firmemente el evangelio. El primer mártir de la iglesia; Esteban (Hechos 7), fue apedreado hasta la muerte, lo dio todo. Entregó su alma a Cristo y no le negó, la mayoría de los apóstoles murieron de formas tremendas, sufriendo por causa de Cristo.

La frase “cada día” es muy interesante aquí, y no quiero dejarla pasar… Todos los días tenemos una gran oportunidad; seguir a Cristo como él quiere y se merece. Ser cristiano no es fácil, conlleva sacrificios… todos los días debemos estar dispuestos a morir por Cristo. Jesús es nuestro ejemplo para seguir y se puede lograr si nuestra decisión es genuina (1 Pedro 2:21).


Comprensión:

En los versículos 24-25 podemos observar como si esto fuera una paradoja, ellos debían comprender muy bien que si les importaba más su vida física, podían perder su vida espiritual. Póngase a pensar conmigo por un momento a quienes Jesús directamente en el pasaje les está diciendo estas palabras.

Estas palabras son dichas a sus discípulos, quienes Jesús está entrenando y quienes tendrían una gran responsabilidad de esparcir el evangelio. Jesús de antemano prepara sus mentes, sus emociones porque quiere que comprendan que estarían en peligro, que sufrirían siendo perseguidos, estarían en cárceles, personas buscarían que se callaran y no hablar de Jesús, negarlo, entonces su integridad física estaría en riesgo. Y en una posición de estas ellos debían de escoger: Su vida física o su vida espiritual. ¿Qué haríamos en una situación de estas? Muchas veces escogemos mal por cosas que ni siquiera ponen en riesgo nuestra vida física, pero si nuestra vida espiritual.

La comprensión es aquí y ahora en desapegarnos de nuestra vida y vivir para Dios. Este texto nos da a entender que cuando nosotros hacemos lo que Dios manda, nuestra alma estará salva. ¿Qué riesgo más grande el morir sin Cristo verdad?

Jesús dice una frase muy impactante: “¿qué aprovecha al hombre, si gana todo el mundo, y se destruye o se pierde a sí mismo?” (Lucas 9:25/RV1960). No hay ningún beneficio en las cosas que este mundo ofrece. Hay personas que pueden estar atadas a la fama, a las riquezas, siendo la codicia y avaricia lo malo, inclusive a cosas más pequeñas, pero que el mundo ofrece, y si no siguen a Cristo no tiene ningún provecho.

En Mateo 19:16-22, vemos a un hombre rico, que preguntó ¿Qué bien hare para ganar la vida eterna? La respuesta final no le gustó, por que había algo en lo que este hombre estaba atado, la avaricia, el amor al dinero. Darle lo que tenía a los pobres y después seguirle… se fue triste, pensaba que todo lo estaba haciendo bien. ¿Qué nos falta? ¿Qué hay que dejar atrás o despojarnos?

Muchas personas ponen su confianza en su trabajo, y ese trabajo les impide adorar a Dios, no tienen libre los domingos. Y aquí pueden poner cualquier excusa, la mirada en el hombre, la mirada en el prestigio, y esto muchas veces puede ser peligroso. Porque no se enfocan en lo que realmente importa. Los discípulos en aquel momento comprendieron muy bien este tema, usted y yo también podemos hacerlo y ser como Dios quiere que seamos.


 Ganancia:

Póngase a pensar conmigo que el costo de seguir a Jesús realmente es muy bueno, pero no le ponga una etiqueta negativa, sino positiva. Porque aunque existan circunstancias difíciles, pasen problemas, que golpeen nuestra vida, el final siempre será el punto más valioso. Esto es lo que ganamos.

Aquí no nos darán una medalla como a los atletas o una corona, no nos darán un título. Que aunque aquí en la tierra cuando eso sucede es algo bonito y causa mucha alegría, aun así no se compara con el gozo y el gran resultado por seguir a Cristo. En Lucas 9:26 dice: “Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras, de éste se avergonzará el Hijo del Hombre cuando venga en su gloria, y en la del Padre, y de los santos ángeles.”

Jesús en el pasaje citado presenta un resultado negativo con un buen fin hacia sus discípulos y por supuesto que también como gran lección a nuestros días. Porque la idea es que analicen lo que pasará y enfáticamente lo digo porque es palabra de Dios: PASARÁ, de tal persona que se avergüence de Jesús y sus palabras en aquel gran momento. Esto realmente es una ganancia negativa.

Es increíble cuando pensamos con cordura y sensatez, que Jesús quiere darnos algo bueno y si estamos bien y haciendo lo que Dios quiere, si amamos a Jesús, su palabra y la guardamos a toda costa, podemos imaginarnos lo más que podamos ¿cómo será ese momento? ¿Cómo será ese encuentro con Jesús? La reacción de él y estar por la eternidad. La Biblia dice: “Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento” (1 Timoteo 6:6/ RV1960). En lo simple y en la sencillez, enfocado en lo que realmente importa, en lo que llevamos a la eternidad es en lo que debemos considerar día a día. ¿Cuánto cuesta seguir a Cristo? Démosle nuestra vida a él.



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