Razones para NO amar al mundo
Razones para NO amar al mundo
Por Steven Morales
Si
bien es cierto en este mundo existen cosas que son muy bonitas, agradables y
sanas que llenan de alegría, que se pueden disfrutar como lugares para pasear y
compartir con amistades y familia por ejemplo, pero hay lugares y prácticas que
podríamos considerar que moralmente no son buenas ni edificantes, tanto así que
perjudican en gran manera nuestra vida. Considerando el tema cuando me refiero
a NO amar al mundo basado en el texto base: (1 Juan 2:15-17), es acerca de
aquello que es mundano, lo malo que hay en el mundo que nos separa de Dios,
aquello que al desearlo o practicarlo, nos pone en una posición mala y quien
escribe esto sabe la importancia de comprender muy bien porque NO amar al mundo
y sus consecuencias. Este tema llega a tener más valor con lo que la Biblia nos
comparte, inclusive con los ejemplos que ella misma da.
Mi
estimado amigo o hermano, usted sabe cuáles son sus prácticas habituales, si
usted es cristiano o aquel que lea esto y desea considerar la oportunidad de
hacer lo correcto puede que este artículo le ayude así como a mi estudiar el
pasaje y hacer cualquier cosa por estar en el amor del Padre. Espero en el amor
de Dios pueda ayudarle bastante, así como a mí, a dejar, apartarse y abandonar
aquello que en nada le va a ayudar delante de Dios. Pero para esto debemos
considerar muy bien ¿Cuáles son esas razones? El texto base dice de la
siguiente manera:
“No
améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el
amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de
la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del
Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la
voluntad de Dios permanece para siempre.” (1 Juan 2:15-17/RV1960).
Porque
el amor del Padre no está en aquel que ama el mundo:
Es
interesante considerar muy bien estas palabras ya que Juan inspirado por el
Espíritu Santo menciona palabras muy importantes para los hermanos y todo
lector. Por ejemplo: La palabra “No améis al mundo” presenta un verbo, presente
activo imperativo, lo cual debe comprenderse como un mandato de Dios y no algo
opcional. Además, debemos considerar que la razón mostrada en este pasaje se
encuentra en un verbo, presente activo… Es decir, si alguien pone su amor en
aquello que es moralmente incorrecto, la condición que indica el pasaje es que
el amor del Padre no está en esa persona. Se escucha o se lee fuerte… Bueno es
una verdad que debemos considerar bastante.
Ahora,
al hablar del mundo y aquello que no se debe amar… En ocasiones viene y se
muestra de forma que el ojo humano le sea llamativo, capte su atención, que sea
deseable. Por dar un ejemplo que está en la Biblia mencionando: “Los deseos de
la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida”. Cuando
vamos al libro de Génesis 3:1-6, se presenta en el evento donde el diablo
siendo astuto tienta a Eva. La forma en que lo hace es tomando en cuenta lo que
escribe Juan en su carta. Regresando a Génesis había un mandato de no comer de
dicho Árbol, pero el Diablo le puso un matiz encantador. El texto dice que Eva
vio que era bueno para comer (La carne), que era agradable a sus ojos (la
vista), que era deseable para alcanzar sabiduría (vanagloria).
Vemos
que Astuto fue el diablo; la mentira, el engaño adornando sus palabras para
atraer a Eva para desobedecer a Dios. Así viene todo aquello que no es de Dios,
fácil, sutil. Parece encantador, una gratificación inmediata a algunas cosas,
pero el final de todo eso es que por más sutil y por más llamativo que sea y
nos entregamos a tal punto de amarlo, darle nuestro afecto, NO podremos estar
en el amor del Padre.
El
diablo tentó a Jesús también, por ejemplo en Lucas 4; observamos un detalle muy
valioso… ¿Por qué? Jesús estaba en un momento muy vulnerable después de ayunar
(no comer), por 40 días y noches, tenía hambre, podía estar agotado, sabía que
su misión no era fácil. Pero Jesús no hizo que las piedras se convirtieran en
Pan para alimentarse y tener que probarle al Diablo algo que él ya sabía.
Recuerde, el diablo es muy astuto y sus influencias también.
El
diablo le muestra el lugar, diciéndole que se lo daría si se postra a él y le
adorare… Que engañoso ¿verdad? Si, pues le ofrece algo que nunca le podía dar…
le estaba ofreciendo “poder, gloria” con el costo de adorarle a él… esto debe
ser muy bien entendido… Jesús No pecó, pero el diablo es sutil, y llamativo
para cautivar a las personas. Le mencionó por tercera vez para que mostrase
entonces su grandeza (soberbia). Pero Jesús no pecó.
En
estos tiempos existen muchas maneras en las que una persona le ceda su vida a
lo malo. Además, las influencias negativas muchas veces vienen disfrazadas con
una careta llamativa para atraer a muchos. Inclusive pueden venir en el momento
más vulnerable de su vida y por una mala decisión apartarse de aquello que es
correcto delante de Dios.
Es
muy considerable tomar en cuenta que salirse de una vida mundana puede tener
ciertos grados de dificultad por ejemplo: La fama; ser el centro de atención,
la ambición o la codicia, el mundo de placer, las sustancias adictivas y demás,
sin embargo se puede salir de ello, inclusive si constantemente se está
tentando, Dios da la salida (1 Corintios 10:13), y nunca es tarde para
aprenderlo, a menos que no queramos.
Ahora,
ninguna de estas malas prácticas mencionadas viene a nuestra vida y con simples
palabras decir: “venga esto es malo y dañino” todo lo contrario; en muchas
ocasiones viene sutilmente, en el mejor momento suyo quizás, o el momento que
está más propenso a resbalarse.
Podemos
recordar las palabras de la primera epístola de Pedro: “Sed de espíritu sobrio,
estad alerta. Vuestro adversario, el diablo, anda al acecho como león rugiente,
buscando a quien devorar.” (1 Pedro 5:8/LBLA). Si el deseo suyo es
desapegarse del mundo y que el amor del Padre este en usted. Haga todo lo que
tenga que hacer, busque apoyo, indague y no le dé en bandeja de plata su vida a
lo malo, quien escribe sabe da este consejo con mucho amor.
Porque
el mundo y las cosas que están en el mundo son pasajeras:
Esta
razón tiene varios aspectos muy valiosos para tomar en cuenta siguiendo la
misma línea de pensamiento de lo que se ha escrito. Aquí es donde me pongo a
pensar en el amor propio, en el amor sobre mi vida y mi alma en contraste con
lo que el mundo ofrece ¿Por qué Steven? Diría alguno… El pensar de alguien que
cultiva para lo eterno debe considerar muy bien lo que cultiva, porque su
cosecha al final de cuentas será lo más valioso o doloroso. Las cosas que el
mundo ofrece le dan un cierto grado de “felicidad” pero una felicidad vacía y
hueca. Porque lo que ofrece el mundo es temporal, y por más bien que le
parezca, no lo es en lo absoluto, es moralmente incorrecto y dañino.
Este
mundo se va a acabar en algún momento que solo Dios sabe cuándo, las prácticas
que se hacen aquí no serán para siempre, también tienen fecha de caducidad.
Cuando hablamos de vivir el día a día, ¿cuántos no llegaron al medio día?
¿Cuántos ni siquiera saben en dónde despertaron o ni siquiera despertaron y se
fueron animando al mundo? Solo Dios sabe en su totalidad. Considere el
siguiente pasaje conmigo:
“Mas
vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda
como ladrón. Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos
de la noche ni de las tinieblas. Por tanto, no durmamos
como los demás, sino velemos y seamos sobrios. Pues
los que duermen, de noche duermen, y los que se embriagan, de noche se
embriagan. Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios.
habiéndonos vestido con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de
salvación como yelmo.” (1 Tesalonicenses 5:4-8/RV1960).
Aquí
en la tierra estamos de paso, pero estando aquí es dónde escogemos nuestro
destino eterno. Por esta razón hago conciencia ahora que puedo y le invito a
que al leer esto lo haga y reflexione si vale la pena amar las prácticas
mundanas sabiendo que se acaban y que no nos ofrecen una felicidad verdadera.
Muchas de las prácticas, pueden alterarnos y controlarnos, dañar nuestro sano
juicio y muchos no tuvieron la oportunidad de frenar y dejar de amar al mundo
dándole el control de su vida. Si usted puede hoy, así como yo tener la
oportunidad de amar a Dios no olvide la frase: “Haga todo lo que esté a su
alcance con tal de amar al Padre” someta su ser a una disciplina dura si fuese
el caso y no siga las cosas pasajeras.
Porque
al hacer la voluntad del Padre se permanece para siempre:
Por
favor no olvide los puntos anteriores ¿recuerda el imperativo de no amar al
mundo, ni las cosas del mundo?… Bueno, aquí encontramos un verbo muy valioso
también. Porque la palabra “hace” es un verbo presente activo. Recuerde conmigo
un día a la vez vivir haciendo la voluntad de Dios. Algunos creen que no hay
que hacer nada para estar bien con Dios, pero no es así. En Santiago 2: 26, se
hace mención que: “así como el cuerpo sin espíritu está muerto, así es la fe
sin obras está muerta.” Las acciones valen más que mil palabras.
Es
bueno comprender que en la vida hay momentos buenos, momentos difíciles en
diferentes circunstancias, pero necesitamos ser consistentes para permanecer.
Hoy podemos permanecer en ese amor ¿cómo? Si de forma activa hacemos la
voluntad del Padre. ¿Cuál es la voluntad del Padre? ¿Qué es lo que Dios quiere
que yo haga? De forma ilustrativa: ¿Alguna vez ha escuchado a una persona que
lee una carta de su Padre que ha muerto y les dice a sus hermanos cuál es la
última voluntad del Padre?
Tome
en cuenta el párrafo anterior y considere conmigo que debemos hacer lo que Dios
quiere, lo que a Dios le agrada y ha determinado para que sea practicado. El
Nuevo Testamento contiene una serie de prácticas que pueden ser observadas y
ninguna de ellas son difíciles de hacer, el dificil es uno que se opone a
realizar lo correcto. Tomemos en cuenta primero el contraste, no practique lo
que moralmente es incorrecto, ni siquiera lo desee, ni siquiera lo piense. Una
vez escuche una gran frase la cual me ha servido mucho en estos tiempos y es la
siguiente: “no deje que los pájaros hagan nido en su cabeza” Como diciendo
apenas se acercan, espántelos. Me recuerda el siguiente Pasaje:
“Cuando
alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no
puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie; sino que
cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido.
Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el
pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.” (Santiago 1:13-15/RV1960).
Muchas
de las prácticas llegan a ser hechas, porque se desean. Ahora este texto enseña
que el deseo antecede la práctica. Hay que tener mucho cuidado con lo que
pensamos. Porque la mente es muy valiosa y si permitimos que esos “pájaros”
hagan nido, se va a materializar, y en muchas ocasiones puede que no exista
oportunidad para el cambio. Sin embargo, si usted como yo tiene la oportunidad
de hacer lo que es correcto… hagámoslo para permanecer activamente en el amor
del Padre.
Por último, si hay razones suficientes para no amar al mundo o las cosas que ofrece cuando sabemos que van en contra de la voluntad de Dios, haga todo por seguir a Dios, Huyamos de aquello (2 Timoteo 2:22), Abstengámonos de todo lo malo (1 Tesalonicenses 5:21), si no podemos solos, porque solo no se puede, pidamos a Dios, busquemos la ayuda necesaria y al final del túnel… Dios provee los medios. Ahora si estamos firmes, pongamos cuidado, si sabemos los pros y los contras de aquello que nos puede separar de Dios, procuremos no caer de tal firmeza (1 Corintios 10:12). Bendiciones en Cristo Jesús.
Comentarios
Publicar un comentario